La Tumba del Diablo

En la tele. Allí oí eso...sin ni si quiera tener inspiración para invocarlo una vez más; ¿Dónde está?. Acaso ¿Muerto?. La desaparición inevitable de la ausencia atómica, de la irracionalidad humana. Y yo aquí necesitándolo, removiendo sus huesos de la única Tumba. Tlatelhuitzol.

P A T O

 


P A T O

Ha pasado tiempo, aún sobrevivo; dentro de una guerra que nadie ve, a veces creo estar loco, tengo k sobrevivir, escribo esto como un registro. Debe haber millones dando vuelta, pero si todo es como tiene que ser, llegará esta nota a ser invocada como una antigua inscripción sumeria que abre las puertas de lo no conocido, a lo que se debe hablar con mucha mesura.
De todos modos las cosas marchan "tranquilas", como siempre, como si la gente no supiera, o simplemente se resignaran.
El clima está demasiado agradable para ser verdad, algo así como una paz inquietante envuelta en un denso aire caliente. Las ciudades, jum!, las ciudades están sobreiluminadas y aún así nadie ve nada; ahora que he perdido mis contactos, pasar desapercibido no está mal, el viaje se hace inevitable, de forastero...una nueva identidad.

P A T O